6 soluciones para gestionar el estrés y el cansancio de los nuevos padres

Ser padre es una aventura maravillosa, pero a menudo conlleva un nivel de cansancio y estrés que quizá nunca hayas experimentado antes. Entre las noches interrumpidas, el llanto inexplicable de tu bebé y las nuevas responsabilidades que recaen sobre tus hombros, es normal sentirse abrumado. Aquí tienes seis soluciones para gestionar eficazmente el estrés y el cansancio que acompañan a la llegada de un recién nacido.

6 soluciones para gestionar el estrés y el cansancio de los nuevos padres

Acepta ayuda externa : un pueblo para apoyarte

«Se necesita todo un pueblo para criar a un niño», dice un proverbio africano, y esta sabiduría nunca ha sido tan cierta. Numerosos estudios demuestran que los padres que cuentan con apoyo externo tienen niveles de estrés significativamente más bajos que los que intentan hacerlo todo solos.

Así que no dude en pedir ayuda a su entorno : la familia, los amigos o los vecinos pueden ofrecerle una ayuda muy valiosa. Pídales que cuiden al bebé unos minutos mientras se ducha, prepara la comida o simplemente le hace compañía para que no se sienta solo. Aceptar ayuda no es un signo de debilidad, sino una necesidad para mantener el equilibrio.

Priorice el sueño : cada minuto cuenta

La falta de sueño es el enemigo número uno de los padres jóvenes. Adopte la regla de oro: «Duerma cuando el bebé duerme». Incluso una siesta de 20 minutos puede marcar la diferencia. Aproveche estos breves momentos de respiro para recuperarse, en lugar de precipitarse a realizar tareas domésticas que pueden esperar.

Organícese en pareja para que ambos puedan disfrutar de periodos de sueño ininterrumpidos.

Piense también en anticiparse a los despertares nocturnos preparando con antelación todo lo que pueda necesitar durante la noche (biberones, pañales, luz nocturna...) para minimizar el tiempo que pasa despierto y volver más rápido a la cama.

Y no olvides que la calidad es más importante que la cantidad: crea un entorno propicio para el descanso limitando el uso de pantallas antes de dormir, manteniendo una temperatura agradable y favoreciendo rituales relajantes como tomar una infusión o respirar profundamente durante unos minutos antes de dormir.

Simplifica tu día a día 

En las primeras semanas con un recién nacido, es fundamental revisar las prioridades y aceptar que no se podrá hacer todo como antes. Una casa impecable o comidas elaboradas pueden esperar: tu bienestar y el de tu bebé son lo primero.

Permítete bajar temporalmente tus exigencias. Si la ropa sucia se acumula un poco más de lo habitual o si los platos no se lavan inmediatamente, no pasa nada.

Lo importante es encontrar un equilibrio que te convenga. Opta por soluciones prácticas: da prioridad a los platos fáciles de preparar, utiliza servicios de entrega a domicilio, haz que te traigan la compra... El objetivo es reducir al máximo las tareas que requieren mucho tiempo.

Resérvate momentos para ti

Contrariamente a lo que se suele pensar, cuidarse después de tener un bebé no es un lujo, sino una verdadera necesidad, especialmente durante el periodo posparto. Dedicar tiempo a ti misma, aunque sea unos minutos al día, no es egoísta : es una forma de conservar tu energía y tu bienestar, lo que también beneficia a tu hijo.

Unos minutos de descanso al día pueden ser suficientes para recargar las pilas. Una ducha caliente, un café saboreado en silencio, un paseo al aire libre: estos momentos son esenciales para recuperar un poco de serenidad. También hay otras formas sencillas de recargar las pilas: escuchar música que te haga sentir bien, ver un episodio de una serie ligera, hojear un libro o simplemente cerrar los ojos durante unos minutos y respirar profundamente.

Cuidarse no significa alejarse de tu hijo, sino ofrecerle un padre o una madre más disponible, tranquilo y atento a sus necesidades.

Practica la atención plena

Cuando el cansancio y el estrés se apoderan de nosotros, es fácil dejarse llevar por pensamientos negativos: «Nunca lo conseguiré», «Soy un mal padre». La atención plena permite cortar este torrente mental y volver al momento presente.

Tómate unos segundos para respirar profundamente y observar tus sensaciones. Sienta cómo entra y sale el aire de sus pulmones, escuche los ruidos ambientales, concéntrese en un detalle agradable a su alrededor. Estas pequeñas pausas para reencontrar el equilibrio, por breves que sean, reducen la ansiedad y recargan las pilas emocionales. Las aplicaciones de meditación también pueden ayudarle a integrar esta práctica en su día a día. Incluso cinco minutos de respiración consciente pueden marcar la diferencia.

Mantén la conexión con tu pareja: un equipo unido ante los retos

La crianza de los hijos a menudo pone a prueba a la pareja. Entre el cansancio, las responsabilidades que se multiplican y la falta de tiempo para estar juntos, es fácil alejarse el uno del otro. Sin embargo, cuidar tu relación es esencial para atravesar este periodo con más serenidad.

Programa momentos para estar en pareja, aunque sean breves: una cena improvisada a la luz de las velas después de acostar al bebé, un masaje mutuo o simplemente una conversación sin pantallas ni interrupciones son formas de alimentar vuestro vínculo. 

Comunicad abiertamente vuestros sentimientos y necesidades. El Dr. John Gottman, especialista en relaciones matrimoniales, recomienda «cultivar una cultura de aprecio mutuo en lugar de crítica, especialmente en los momentos de vulnerabilidad parental».

Recuerda que estáis pasando por esta experiencia juntos.

Reconocer las señales de alarma de la depresión posparto

Es normal sentirse cansado y, a veces, abrumado en la vida de un padre primerizo. Sin embargo, hay algunos signos que merecen especial atención, como:

  • Tristeza persistente
  • Sensación de vacío
  • Ansiedad excesiva o ataques de pánico 
  • Irritabilidad intensa o ira incontrolable
  • Dificultad para crear un vínculo con el bebé
  • Pensamientos negativos recurrentes

Si reconoces estos síntomas en ti o en tu pareja, no dudes en consultar a un profesional de la salud. La depresión posparto y otros trastornos perinatales son frecuentes y pueden afectar a ambos padres.

A recordar 

Los primeros meses de la maternidad y la paternidad son intensos, pero temporales. Recuerde que cuidarse no es un lujo, sino una necesidad : los padres descansados y equilibrados están más disponibles para sus hijos.

Aceptando ayuda, reorganizando su rutina diaria y cuidando su salud física y mental, atravesará este periodo con más serenidad. Y algún día, mirará atrás y se preguntará cómo ha podido pasar el tiempo tan rápido.

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Coach parental
Publicado por : Elena Goutard Coach parental
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