¿Puede un bebé ahogarse con su propia saliva?

Ver a un bebé babear, toser o hacer burbujas en la comisura de los labios es algo habitual... y a menudo impresionante para los padres primerizos. Esto suscita una preocupación natural: ¿puede un bebé ahogarse realmente con su propia saliva?

¿Puede un bebé ahogarse con su propia saliva?

La saliva, una etapa normal del desarrollo

Desde el nacimiento, los bebés saben instintivamente cómo tragar, ya que este reflejo se desarrolla en el útero. Muy pronto, sus glándulas salivales comienzan a producir saliva, y esta producción aumenta notablemente alrededor de los 2 a 4 meses. Esto suele coincidir con la aparición de los primeros dientes.

Si tu bebé babea mucho, no te preocupes, es una etapa normal. Si tose o tiene ligeras arcadas, suele ser porque aún no sabe coordinar bien la gestión de la saliva.

¿Es peligroso?

En la mayoría de los casos, no.

Un bebé sano no corre el riesgo de ahogarse simplemente al tragar saliva. Los reflejos de deglución y tos son eficaces y están bien desarrollados. Puede ocurrir que se produzca una obstrucción, y que un poco de saliva pase por la tráqueas en lugar de por el esófago, lo que provoca una tos protectora. Esto puede parecer preocupante, pero suele ser benigno.

Sin embargo, en algunos niños con trastornos de la deglución o reflujo gastroesofágico grave, la saliva puede inhalarse, lo que podría provocar dificultades respiratorias o infecciones pulmonares. En estos casos particulares, es imprescindible una evaluación médica.

¿Por qué parece que el bebé se ahoga mientras duerme?

A veces, los bebés tosen, regurgitan o tienen arcadas mientras duermen. Esto puede estar relacionado con:

  • un exceso de saliva,
  • reflujo
  • o la presencia de mucosidad.

Estos episodios son impresionantes, pero rara vez son peligrosos. El reflejo nauseoso y los momentos de tos sirven para proteger las vías respiratorias. Incluso los bebés que sufren reflujo (ERGE) pueden dormir boca arriba con total seguridad, tal y como recomienda la Academia Americana de Pediatría. El riesgo de muerte súbita del lactante es mayor en posición boca abajo que en caso de regurgitación.

¿Y el cojín antirreflujo?

Ante estos síntomas, algunos padres se ven tentados a utilizar un cojín antirreflujo debajo de la cabeza o del colchón del bebé. Este dispositivo puede parecer tranquilizador, especialmente para limitar el reflujo o ayudar a respirar en caso de congestión.

Pero cuidado, el uso del cojín antirreflujo debe estar estrictamente supervisado por un profesional de la salud. De hecho, los pediatras recuerdan que no se debe elevar al bebé sin indicación médica. Una inclinación mal controlada (por ejemplo, demasiado pronunciada) puede aumentar el riesgo de deslizamiento o vuelco, lo cual es peligroso.

Si su médico recomienda el uso de una superficie inclinada, esta debe:

  • colocarse debajo del colchón, y no directamente debajo del bebé,
  • tener una inclinación suave (máximo 15°),
  • y no combinarse nunca con almohadas o cojines.

¿Qué hacer si el bebé tose o parece ahogarse?

Si su bebé tose mientras permanece activo, rojo y consciente, debe dejarlo toser: es la forma natural de despejar las vías respiratorias. No hay que intervenir inmediatamente ni entrar en pánico.

Sin embargo, si el bebé deja de toser, se pone pálido o azul, parece perder el conocimiento o deja de respirar, hay que actuar rápidamente:

  • Llame a los servicios de emergencia (112).
  • Aplique los primeros auxilios para lactantes (golpecitos en la espalda, compresiones torácicas).
  • Nunca sacuda al bebé.

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Especialista en seguridad del sueño del bebé
Publicado por : Nanny Care Especialista en seguridad del sueño del bebé
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